4 feb 2009

Futurología


Un amigo me contó que hace mucho, ponganle en 1850, se había creado un instituto de futurología en alguna ciudad de losestadosunidosdeamerica. Según él, este instituto se encargaba de imaginar, cual Julio Verne, los inventos futuros, como serían las sociedades, etc.
Dicho instituto, a falta de imaginación o quizás por problemas depresivo-psicológicos de sus integrantes cerro aludiendo que “ya todo estaba inventado”. Creían que habían nacido solo para contemplar los avances del pasado, para disfrutar del trabajo de otros, pero que ninguna perspectiva de cambio se avecinaba.

Bien, ¿A qué viene esto?
Es que es esta la sensación que me invade recurrentemente desde que tengo uso de la razón.No es todo el tiempo, claro, pero es algo que algunas tardes lluviosas me hace pensar ciertas cosas. Pensar que ya todo pasó y que nuestro paso por acá es de expectadore.

A ver ya llegamos a la democracia, ya probamos el socialismo y fracasó, ya hubo genocidios, ya hay súper celulares que hacen todo, robots y viajes al espacio. Incluso se sabe más o menos qué es el universo y hasta es posible crear un bebe a partir de una cerda de escoba.

Todos sabemos que no es así, pero sin embargo a veces siento que me perdí de muchas cosas. Que no pude ver la despedida de Serú Girán en River ni asustarme con la guerra de los mundos de Wehlls por Radio ni pude repudiar los campos de concentración alemanes desde la columna de un diario.


Por eso a veces me siento un poco triste, y pienso, pienso mucho en qué hubiera pasado, si no hubiera nacido en los 90.

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